En el IX Taller Nacional de Alzheimer, que se ha celebrado en La Habana del 5 al 7 de junio, auspiciado por la Sección Cubana de Alzheimer y la Sociedad de Neurociencias de Cuba, han debatido sobre biología molecular, epidemiología y factores de riesgo, neuropsicología, atención comunitaria, comunicación y educación a distancia, así como la ayuda a las personas con demencia, entre otros temas. En el IX Taller Nacional de Alzheimer, que se ha celebrado en La Habana del 5 al 7 de junio, auspiciado por la Sección Cubana de Alzheimer y la Sociedad de Neurociencias de Cuba, han debatido sobre biología molecular, epidemiología y factores de riesgo, neuropsicología, atención comunitaria, comunicación y educación a distancia, así como la ayuda a las personas con demencia, entre otros temas.
El jefe de Divulgación e Información del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana (ISCMH),Cosme Moré, ha asegurado que científicos, familiares, cuidadores y voluntarios debatirán sobre cómo contribuir a estimular las investigaciones relacionadas con el Alzheimer.
En el evento han participado representantes de la Fundación antidemencia Al-Andalus, Córdoba (España), y de la Asociación Mundial de Alzheimer, que ha entregado un premio a la Sección Cubana por los buenos resultados obtenidos.
Los expertos han asegurado que las instituciones cubanas poseen equipos de alta resolución, como la resonancia magnética nuclear, la tomografía axial computarizada y la tomografía de emisión de positrones, para contribuir al dictamen del Alzheimer.
Con el empleo de tecnología avanzada en la red nacional de hospitales, Cuba extiende las perspectivas de diagnóstico precoz del Alzheimer, enfermedad neurodegenerativa progresiva, que constituye la primera causa de demencia.
Las instituciones del país insisten en la detección precoz con el fin de retardar el progreso de ese mal, que afecta al 8% de la población mayor de 65 años y al 30% de los que rebasan los ochenta años en países con una larga esperanza de vida, y representa, además, un elevado costo económico, social y fundamentalmente humano.
Los expertos han coincidido en elogiar el sistema cubano de salud, en el que el médico de familia desempeña un importante papel en el diagnóstico primario de esta enfermedad neurodegenerativa que no tiene cura.
