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La crisis mundial puede convertirse en un obstáculo para que Raúl Castro muestre a los cubanos su capacidad para mejorar las condiciones economicas de la poblacion

En 15 días...

La crisis mundial también parece estar afectando a la economía cubana en esto días, aunque los datos que se conocen de la Isla no son, como es habitual, muy explícitos. La crisis mundial también parece estar afectando a la economía cubana en esto días, aunque los datos que se conocen de la Isla no son, como es habitual, muy explícitos. Pero el reconocimiento efectuado a lo largo de la quincena por Carlos Lage de que el aumento de la factura de las importaciones de alimentos obligará a La Habana a detener algunos planes de inversión en marcha parece apuntar en esa dirección. De confirmarse, el presidente Raúl Castro quizá tenga más problemas de los esperados para conseguir hacer patente en la población que sus decisiones ejecutivas pueden contribuir a mejorar su nivel de vida. Sobre todo porque tampoco acaban de concretarse algunos planes relacionados con la llegada de nueva inversión extranjera directa que podría contribuir a animar el tejido productivo de la Isla.

La impresión al respecto de los observadores diplomáticos europeos que desempeñan su labor en la Isla es que hay movimientos intensos y algunas posibilidades de futuro más que positivas para el medio plazo. Pero, por ahora esas expectativas favorables no se cristalizan con acuerdos de inversión sustantivos y el tiempo corre sin que las propias modificaciones introducidas en la cartografía cubana por el nuevo mandatario den resultados cuantificables, al menos en el aspecto que más preocupa a los cubanos que, no es otro, que la economía, por supuesto. Mientras tanto, avances como la liberalización del sistema salarial recientemente anunciada y el resto de las medidas aperturistas que se han implementado, simplemente quedan diluidas a la espera de lo que de verdad importa.

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