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El paso por la Isla de dos devastadores huracanes ha dibujado nuevas incognitas sobre el futuro inmediato

En 15 días...

En una de sus últimas reflexiones publicadas por Granma, el columnista Fidel Castro calificó el paso del huracán Gustav por la Isla como un auténtico golpe nuclear. En una de sus últimas reflexiones publicadas por Granma, el columnista Fidel Castro calificó el paso del huracán Gustav por la Isla como un auténtico golpe nuclear. Cuando escribía estas palabras aún no sabía, como prácticamente nadie, que durante este verano Cuba iba a registrar el paso de dos ciclones de eficacia devastadora: el anteriormente citado y otros más, conocido como Ike, que ha atravesado la mayor de las Antillas de extremo a extremo tras entrar por Baracoa y salir por Pinar del Río. En ambos casos, el sistema de Protección Civil de Cuba, organizado por las Fuerzas Armadas, ha demostrado su eficacia a la hora de preservar la vida de los ciudadanos y limitar, en la medida de lo posible, los daños. De hecho, las cuatro muertes que se han producido como consecuencia de la acción de Ike se han debido en todos los casos a acciones imprudentes de las personas fallecidas.

Ahora, los cubanos de a pie están sobre todo pendientes de la reconstrucción de sus hogares y la gran pregunta que Radio Bemba (el particular sistema de rumores callejeros de la Isla) transmite a todas horas es si las autoridades facilitarán o no a la población materiales de construcción, cemento y ladrillos, para que puedan restaurar sus baqueteados hogares. Mientras esta incógnita se desvela, los ciudadanos que salieron a la calle después de haber superado la prueba de los huracanes se vieron sorprendidos por una inesperada subida del precio de la gasolina de un 70%. Una noticia que los medios de la Isla, centrados en la difusión de todo lo relacionado con los huracanes, se abstuvieron de transmitir. Habrá que ver ahora si La Habana, como todo parece indicar, integra este aumento de precios entre las consecuencias indeseadas del paso de Gustav e Ike por la Isla que, por supuesto, serán varias y no demasiado agradables para la economía del país.

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