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Crónicas habaneras

La ayuda financiera de sus aliados sigue siendo básica para el desarrollo de una Cuba que cada vez más busca nuevas estrategias para salir de la profunda crisis económica que ha llevado al Gobierno de Raúl Castro a limitar verdaderos símbolos del socialismo como la cartilla de racionamiento. Irán, renovado aliado

La ayuda financiera de sus aliados sigue siendo básica para el desarrollo de una Cuba que cada vez más busca nuevas estrategias para salir de la profunda crisis económica que ha llevado al Gobierno de Raúl Castro a limitar verdaderos símbolos del socialismo como la cartilla de racionamiento. Irán se ha convertido en los últimos años en uno de los principales apoyos de la Isla, que en estos momentos de crisis internacional, no puede contar con todo el apoyo que quisiera de su tradicional aliado, Venezuela.

De momento, la mayor de las Antillas ha conseguido que Irán amplíe en 300 millones de euros la línea de crédito que mantiene con el país caribeño, hasta los 500 millones de euros. El ministro iraní de Industrias y Minas, Ali-Akbar Mehrabian, tras largas reuniones con las autoridades cubanas, ha manifestado que su país está más que dispuesto a seguir ayudando a Cuba. Comprensible.

Todo el dinero que le presten debe servir para que la Isla compre materiales de ingeniería iraní. La cooperación bilateral comenzó en 1981, y en los últimos años se ha extendido más allá del sector transporte. El intercambio comercial también se ha reanimado, pasando de 22,9 millones en el 2007 a 46,4 millones en el 2008, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas cubana.

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Parece cosa de chiste, pero Cuba, uno de los países con más problemas energéticos en el mundo, podría formar parte de la solución de la grave crisis energética por la que atraviesa Ecuador. Las autoridades de la Isla han firmado un acuerdo para vender al país presidido por Rafael Correa un paquete de generadores térmicos por valor de 200 millones de dólares.

Unos generadores que la Isla adquirió en su tiempo a Corea.

Quito aspira aportar con la compra de las pequeñas centrales unos 150 megavatios, ante una reducción paulatina del recurso en los ríos que abastecen a la mayor central hidroeléctrica de la nación. Todo parece indicar que el acuerdo se habría fraguado el pasado mes de octubre, durante la visita oficial del vicepresidente de Ecuador a La Habana.

Un favor de Raúl Castro que podría ser recompensado a mediados de próximo mes de diciembre, cuando las autoridades de ambos países vuelvan a encontrarse en la Cumbre del ALBA que se celebrará en La Habana.

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