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Crónicas habaneras

Al menos para F.A., al que tras toda una vida dedicada al trabajo le ha llegado, en teoría, la hora del descanso, la tranquilidad de dormir mañanas e irse a la cama cuando lo desee. Pero he aquí que su jubilación es sólo de 200 pesos cubanos mensuales (menos de seis euros), lo cual resulta insuficiente habida cuenta la carestía de la vida en la Isla. JUBILARSE ES UN SERIO PROBLEMA

Al menos para F.A., al que tras toda una vida dedicada al trabajo le ha llegado, en teoría, la hora del descanso, la tranquilidad de dormir mañanas e irse a la cama cuando lo desee. Pero he aquí que su jubilación es sólo de 200 pesos cubanos mensuales (menos de seis euros), lo cual resulta insuficiente habida cuenta la carestía de la vida en la Isla. Asombra su alegría y optimismo al dar a conocer que se irá de sereno para la vivienda de un extranjero que le pagará 100 pesos convertibles (unos 75 euros) por cada mes de vigilia y protección.

GRAN DISTRIBUCIÓN DE OLLAS PARA LA POBLACIÓN

Por decisión del presidente Fidel Castro, cada hogar cubano recibirá por 150 pesos nacionales (4,5 euros) sendas ollas, una de presión y la otra arrocera y de procedencia china. El anuncio del líder se produjo durante el acto por el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, y las asistentes a la efemérides fueron obsequiadas con una de ellas. Cuarenta y ocho horas después ya eran comercializadas lo que popularmente se conoce como «las ollas del Comandante». Las arroceras gozan de gran demanda entre en las familias pues el grano es de consumo diario.

LA POLÉMICA EN TORNO AL FAMOSO

CORTOMETRAJE NO PARECE TOCAR FIN

“Monte Rouge”, un corto cubano de ficción, de producción independiente que llegó a exhibirse en Miami, parecía «desinflarse» después de las declaraciones de su director, Eduardo del Llano. Con 15 minutos de duración, la historia narra el absurdo de un equipo de la seguridad cubana que llega a la casa de un individuo para informarle de la colocación de micrófonos. Del Llano ha desmentido en la publicación digital cubana La Jiribilla que fuera objeto de manipulaciones en Miami y ha afirmado que «a mí no se me ocurriría nunca atacar a la revolución, a Martí ni a Fidel». La difusión de la historia fue notable en la ciudad de La Habana y algunos aseguran que hasta en la Sección de Intereses Norteamericanos de La Habana era reproducida como obsequio a determinados visitantes. Según Luis Alberto Ramírez, uno de los actores, al equipo del corto se le ha prohibido aparecer por los estudios de televisión.

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