Yolando Pérez Baez es un ciudadano cubano que se dedica a fumigar con pesticida los campos bajo su cargo. En honor a la productividad
Yolando Pérez Baez es un ciudadano cubano que se dedica a fumigar con pesticida los campos bajo su cargo. Y gracias a un invento de su propia cosecha, puede rociar seis filas de cultivo en vez de una, con lo que se ahorra al día cinco horas de caminata al realizar sus labores diarias, un tiempo que puede dedicar a otros menesteres. Pérez, que es ingeniero agrónomo y se queja de que el 80% de los motores que utilizaría un aparato de fumigación convencional se encuentran en mal estado, se ha buscado la vida para conseguir ser una persona más productiva. Emprendedores como este ingeniero son los que busca el Gobierno presidido por Raúl Castro para asimilar las medidas económicas que fueron anunciadas en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, que se celebró el mes pasado. Una de las decisiones adoptadas por el Ejecutivo de la mayor de las Antillas es que 500.000 funcionarios sean despedidos para que pasen, así, a engrosar el hasta ahora inexistente sector privado, con lo que, además de recortar costes para el país, se espera poder potenciar este sector. En las calles de La Habana se hace uso del sarcasmo al decir que de este modo los funcionarios pueden buscarse la vida como Pérez.
52 años ‘sin travestis’
Se ha celebrado en Cuba una gala de travestis, la primera desde hace ya 52 años de revolución. El lugar elegido para este espectáculo ha sido el teatro Karl Marx, conocido ya que fue el lugar en el que Fidel Castro arengó contra el capitalismo y por ser el sitio habitual de celebración de congresos por parte del Partido Comunista de Cuba (PCC). El Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) ha sido la entidad encargada de organizar todo el evento, bajo la dirección de la hija del actual presidente Raúl Castro, Mariela. Esta gala, que se enmarca dentro de la Jornada contra la Homofobia, supone un gesto positivo por parte del Gobierno de cara a la libertad sexual. Según la opinión de algunos homosexuales cubanos, que incluso fueron encarcelados por su orientación sexual, el hecho de que haya ocurrido esto en la Isla es simplemente un sueño y se alegran de poder vivir en un momento social muy diferente del que padecieron no hace tanto tiempo. Fidel Castro se ha responsabilizado en todo momento de lo que fue llamado como la “gran injusticia” de los 60, en la que se daba una política de marginación con la que se recluía o exiliaba a homosexuales y religiosos de la mayor de las Antillas.
