Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Crónicas habaneras

Han llegado las lluvias a Cuba, y eso en el país es una bendición, después de una larga temporada en que la población ha tenido que soportar las altas temperaturas. Bendita lluvia

Han llegado las lluvias a Cuba, y eso en el país es una bendición, después de una larga temporada en que la población ha tenido que soportar las altas temperaturas. Según las últimas noticias los embalses del país almacenan a estas alturas casi siete millones de metros cúbicos de agua, cifra equivalente al 73% de su capacidad total. Esta cantidad no es la que todos quisieran, pero supera en más de 240 millones el nivel existente el pasado año por esta fecha. En Cuba la temporada lluviosa terminó en octubre para dar paso a la de seca que se prolonga hasta entrado el 2012, pero en noviembre ha seguido lloviendo casi todos los días y se han invertido los horarios, pues si en verano amanecía con un sol radiante y por las tardes caían enormes aguaceros, desde hace días las lluvias están apareciendo preferiblemente por la madrugada, lo que hace que amanezca nublado y ya por las tardes, aparece un sol que se abre paso entre las nubes. Pero también por las nubes continúa el derroche de agua.

En La Habana la mayoría de los barrios reciben el líquido en días alternos, por lo cual, cuando “toca”, todo el mundo corre a llenar cisternas, tanques y todo recipiente que tengan a mano. Y no es lo único ya que también es fácil que corra por las calles de la ciudad arroyuelos de agua limpia, que se desperdicia por miles de roturas y salideros, porque las autoridades pasaron décadas en que no dieron el debido mantenimiento a las tuberías

Tres sillones y eres empresario

En el año 2009 el Gobierno de Cuba llevó a cabo una medida de prueba ‘ergo-temporal‘ que consistía en convertir algunos negocios estatales, y en concreto algunas barberías, en negocios privados. Aunque no eran del todo privados, pues el local seguiría perteneciendo al Estado, pero sería alquilado a sus trabajadores para que pudiesen empezar a gestionarlo de una forma más o menos independiente. En la actualidad desde La Habana se ha otorgado a esta medida un carácter “definitivo”. El tránsito desde el sector público al sector privado de la barbería en cuestión sólo se verá sujeto a una única norma: que el establecimiento cuente con más de tres sillones. No obstante, las autoridades de la mayor de las Antillas han querido recalcar que seguirán manteniendo la posesión del inmueble “para controlar que éste sea utilizado correctamente en las funciones previstas”. Esta nueva medida entrará en vigor a partir del próximo 1 de diciembre.

Más información

Scroll al inicio