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Felipe PEREZ ROQUE Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Cuba

Con permiso... Tres preguntas

En declaraciones a Prensa Latina, el ministro de Asuntos Exteriores de Cuba, Felipe Pérez Roque, asegura que la Isla se encuentra aún en proceso de ratificación de los pactos sobre derechos civiles que firmó en febrero de este año en la ONU. En declaraciones a Prensa Latina, el ministro de Asuntos Exteriores de Cuba, Felipe Pérez Roque, asegura que la Isla se encuentra aún en proceso de ratificación de los pactos sobre derechos civiles que firmó en febrero de este año en la ONU. Roque afirma también que la mayor de las Antillas contrajo ese compromiso porque las condiciones cambiaron en la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra que ha dejado de ser un instrumento de coacción política al servicio de Washington. Sin embargo, ante el riesgo de una involución que impida consolidar el multilateralismo que se ha abierto paso en este foro internacional, La Habana se va a mantener vigilante y dispuesta a emprender una nueva batalla diplomática si hiciera falta.

-¿Ratificará próximamente Cuba los pactos sobre derechos civiles que firmó en la ONU?

-Por supuesto. Cuba mantiene el proceso de ratificación del pacto sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y el de Derechos Civiles y Políticos de la ONU que firmó en febrero pasado. Nosotros firmamos en ese momento los convenios porque se crearon unas condiciones apropiadas, cuando logramos derrotar en Ginebra las maniobras que cada año el Gobierno de EEUU orquestaba y desapareció la desprestigiada Comisión de los Derechos Humanos, que Washington había usado reiteradamente contra la Isla y otros países que no renuncian a su soberanía. Por eso, nos preparamos con mucha seriedad para la revisión periódica del Consejo de los Derechos Humanos que tendrá lugar en febrero próximo. Esperamos hacer allí un ejercicio de presentación de los resultados y oír las opiniones de otros países. En el Consejo, en este momento, hay un ambiente constructivo, de respeto. Pero existe el peligro latente de un resurgimiento de la confrontación y la selectividad en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y si este se produce plantaríamos batalla nuevamente.

-Cuál es su opinión sobre la vigencia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que acaba de cumplir 60 años en este mes de diciembre?

-En estos días, cuando celebramos el 60 aniversario de la Proclamación Universal de los Derechos Humanos, es el momento apropiado para volver a reclamar respeto al derecho de los pueblos del mundo a la paz. Ultimamente y con el pretexto de la guerra contra el terrorismo, algunos países poderosos han lanzado guerras unilaterales e ilegales con el único objetivo de conquistar el petróleo y otros recursos naturales de otras naciones. Por éso, es necesario reclamar una vez más, la necesidad de que se imponga el respeto al desarrollo en un mundo en el que viven aún 1.000 millones de seres humanos que todavía no tienen garantizados derechos elementales como la alimentación. No podemos aceptar que unos pocos países ricos condenen a la pobreza y al subdesarrollo a la inmensa mayoría de los pueblos del mundo. Estamos llamados a luchar por el establecimiento de un orden internacional equitativo, justo y democrático. Esa es una condición imprescindible para que los esfuerzos dentro de los países rindan los resultados esperados.

-Ustedes reclaman un cambio en los parámetros del actual sistema de relaciones internacionales ¿En qué consiste?

-El sistema imperante en la actualidad es antidemocrático y es responsable de imponer trabas al desarrollo como, por ejemplo, el abismo que separa al Norte del Sur en cuanto a la producción, el acceso y el flujo de la información, un asunto capital en nuestros días. Por éso, Cuba reivindica su derecho a impulsar un nuevo orden internacional de la información y las comunicaciones, para que se haga posible el disfrute de la libertad de expresión y de la información para todos, en condiciones de objetividad y justicia. Nosotros exigimos el respeto a la diversidad cultural existente en todos los países del mundo y a la promoción y defensa de las culturas de nuestros pueblos. Creemos que esta es la única garantía de identidad y el arma insustituible para contribuir a la protección de la soberanía de nuestras naciones y preservar los avances sociales que cada uno ha consolidado. En Cuba, los derechos humanos, después de 50 años de Revolución, tienen resultados relevantes. La Revolución ha permitido avanzar en los derechos civiles, económicos, sociales y culturales de la población.

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