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Héctor NAVARRO Ministro de Educación de Venezuela

Con permiso... Tres preguntas

En declaraciones a Prensa Latina, el ministro de Educación de Venezuela, Héctor Navarro, asegura que la colaboración de los especialistas de Cuba ha resultado fundamental para que tanto este país como Bolivia, hayan conseguido convertirse en ‘lugares libres de analfabetismo´. En declaraciones a Prensa Latina, el ministro de Educación de Venezuela, Héctor Navarro, asegura que la colaboración de los especialistas de Cuba ha resultado fundamental para que tanto este país como Bolivia, hayan conseguido convertirse en ‘lugares libres de analfabetismo´. Buena parte del éxito se debe a la puesta en práctica en el país bolivariano del programa cubano ‘Yo sí puedo´ desde una perspectiva masiva. Antes de esta experiencia, este formato educativo sólo se había implementado, siempre con éxito, de manera experimental y en comunidades de pequeño tamaño. Navarro explica también que la colaboración bilateral en educación se extiende a otras áreas como la educación superior y seguirá vigente, con nuevos objetivos, en los próximos años.

-¿Cómo han contribuido los especialistas cubanos a conseguir que Venezuela se convierta en un ‘país libre de analfabetismo`?

-He de decir que un elemento fundamental fue la colaboración cubana en la Misión Robinson (programa social de alfabetización). Nos dio grandes resultados el método cubano de enseñanza ‘Yo sí puedo´, que se usó por

primera vez en gran magnitud aquí en Venezuela, pues antes sólo se había utilizado de manera experimental en comunidades pequeñas. Después de la experiencia venezolana se ha vuelto a realizar un uso masivo del sistema en Bolivia, donde brigadas internacionalistas cubano-venezolanos, en este caso, ayudamos a declarar en diciembre de 2008 a Bolivia Territorio Libre de Analfabetismo. También en la Misión Sucre (para enseñanza universitaria) fue importante la colaboración de Cuba, primero en la introducción del concepto de municipalización de la educación superior y en el apoyo para el inicio de la misión misma, porque enviamos profesores que fueron entrenados en Cuba para preparar las clases grabadas y devolverlas a Venezuela multiplicadas por cientos de miles. De modo que, claramente la participación de Cuba ha sido, como decía antes, fundamental.

-¿Qué significación tuvo la Misión Sucre donde la colaboración educativa entre Cuba y Venezuela se extendió a los ciclos superiores?

-La Misión Sucre ha permitido que Venezuela tenga hoy 2,150 millones de estudiantes de educación superior; un número que nos otorga el honor de ser el segundo país en el mundo en el ranking en relación con la población de la edad correspondiente a este segmento. La primera en el mundo entero es Cuba, por cierto. Pero, hay otros elementos quizás menos visibles como la participación en eventos pedagógicos organizados en Cuba que nos permiten llevar cantidades importantes de nuestros profesores una circunstancia que, en los últimos años ha significado para Venezuela aportes importantes por la posibilidad de compartir sus experiencias con investigadores y docentes de otros países, además de Cuba, que es una experiencia importantísima. Pero, no debemos hablar sólo de una colaboración referida al pasado. Los planes siguen en marcha a muy buen ritmo y con nuevas iniciativas. En los proyectos para 2009, estamos trabajando con intensidad junto a la misión cubana que está establecida aquí en la generación de indicadores de calidad educativa.

-¿Cuáles son las líneas maestras con las que su Ministerio prepara el futuro?

–Vamos a usar las nuevas tecnologías; la mitad del territorio venezolano es selvático, con difícil acceso a los venezolanos que viven allí y hay que atenderlos. Vamos a usar, por ejemplo, todas las posibilidades que nos ofrece el satélite Simón Bolívar, que lanzamos a finales de 2008 para ese propósito. También nos hemos propuesto reducir el número de alumnos por aula a la mitad. Tenemos cerca de

40 alumnos por aula y las aspiraciones son llegar a cifras similares a las de Cuba que son de 20 o menos niños por aula. Yo me conformaría con 20. Pero estos proyectos tardarán en concluirse. No se trata de semanas, serán años, pues para conseguir estos objetivos se debe duplicar el número de aulas y los docentes activos, que ahora son 421.000 deben llegar a ser unos 800.000. Este aumento irá unido a un programa que acabamos de iniciar para que nuestros docentes sean evaluados en el aula permanentemente. Nunca en Venezuela ha habido un sistema de evaluación docente, ahora lo lo estamos implantando de

manera experimental a los maestros interinos, pero la idea es que sea un sistema permanente.

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