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Reinaldo REY Director del Instituto de Investigaciones de Riego y Drenaje de Cuba

Con permiso... Tres preguntas

En declaraciones a la agencia Prensa Latina, el director del Instituto de Investigaciones de Riego y Drenaje del Ministerio de Agricultura de Cuba, Reinaldo Rey, asegura que tanto su departamento como el Ministerio del que depende, están redoblando los esfuerzos para impedir que la actual sequía que sacude a la Isla limite gravemente la producción alimentaria. Las provincias orientales de la región son las más afectadas por este azote climático que, según Rey, ha adquirido unas dimensiones que no se habían visto en la Isla en los últimos cien años. Pero su impacto también se ha dejado notar en otras áreas. En declaraciones a la agencia Prensa Latina, el director del Instituto de Investigaciones de Riego y Drenaje del Ministerio de Agricultura de Cuba, Reinaldo Rey, asegura que tanto su departamento como el Ministerio del que depende, están redoblando los esfuerzos para impedir que la actual sequía que sacude a la Isla limite gravemente la producción alimentaria. Las provincias orientales de la región son las más afectadas por este azote climático que, según Rey, ha adquirido unas dimensiones que no se habían visto en la Isla en los últimos cien años. Pero su impacto también se ha dejado notar en otras áreas.

-¿Cómo están afectando la sequía y la escasez de lluvias a la agricultura de la Isla?

-La ausencia de precipitaciones que padece Cuba en estos momentos tiene a la agricultura en una situación difícil. Una circunstancia que se hace más complicada, sobre todo en las provincias del este de la Isla. Falta agua. La escasez de lluvia ha dejado a las 200 presas que se utilizan para propiciar la producción agroalimentaria con un almacenaje inferior al 24,4% de su capacidad real de embalse. Esta situación incide directamente en el 14% de las 500.000 hectáreas de tierras que, en la actualidad, tiene la agricultura bajo riego. Entre los cultivos más afectados se encuentran el arroz y la producción de viandas y hortalizas, estos últimos fundamentalmente en las provincias orientales de Santiago de Cuba, Las Tunas y Holguín. Aunque también, en menor medida, las provincias del centro y el occidente de la isla padecen los devastadores efectos de esta sequía que, para algunos expertos, es la peor que se ha vivido en este país en los últimos 100 años. Además, este fenómeno podría continuar en los próximos meses, según los pronósticos meteorológicos que vaticinan lluvias futuras por debajo de la media.

-¿Qué soluciones han buscado su departamento y el Ministerio de Agricultura para intentar paliar los efectos de esta situación climática adversa?

-La optimización del riego agrícola es fundamental para garantizar la continuidad de las producción de alimentos en la región oriental de Cuba, que se está viendo afectada por una severa sequía. Frente a la situación, el Ministerio de Agricultura lleva adelante en el país un programa de acciones urgentes encaminadas a proveer de la mayor cantidad de agua posible a las áreas de cultivos actualmente afectadas. Las tareas se están realizando en varios frentes. Pero las acciones más importantes, y para las que se moviliza una mayor cantidad de recursos, son las construcción, la instalación o la adquisición de sistemas de riego más eficientes. Como ejemplo diré que se han electrificado el regadío en 22.357 hectáreas, de ellas más de la tercera parte en cultivos varios y en las provincias de Matanzas y Ciego de Avila se han instalado 110 máquinas de pivote central eléctrico, que proporcionan un ahorro de agua superior al 10% del que aportaban los viejos equipos que acumulaban ya, en muchos casos, más de 15 años de explotación.

-¿Qué otras intervenciones están realizando desde su departamento y el Ministerio?

-Hay una gran variedad de actuaciones. También se construyen o se reactivan estaciones de bombeo y trasvase de agua en algunas zonas de oriente y occidente y se han adquirido e instalado en diferentes provincias del país nuevos sistemas de riego localizado y goteo con mínimo consumo para 2.765 hectáreas. Entre las soluciones se incluyen igualmente la instalación de más de 1.000 molinos de vientos, la construcción de tanques de agua y el montaje de electrobombas de bajo gasto para proporcionar este líquido a la ganadería. Además se están intentado otras opciones, hay varios institutos de investigaciones cubanos trabajando en la obtención de variedades de cultivos resistentes o tolerantes a la sequía. Pero lo que en realidad servirá para tener éxito es que aprendamos a convivir con la sequía, lo que significa un cambio en las concepciones de trabajo. Hay que hacer un uso más efectivo del agua en las labores de riego, tanto por la importancia que tiene para el sector , como para la sociedad en general. Es necesario observar la disciplina tecnológica requerida en los nuevos sistemas instalados.

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